Bienvenidos
todos a este nuevo proyecto.
"JUNIOR BONSAI" lo tenía en la mente
desde antes de emigrar. Luego vino la salida adelantada y vertiginosa de mi
país Venezuela. Aterrizando en España, en Barcelona, Cataluña. Como todo
inmigrante, primero hay que aprender cómo funciona la cosa y en eso estamos
todavía.
Atrás en Venezuela
quedaron mis árboles, muchos vendidos, otros regalados y solo 5 o 6 a cargo de
mis amigos entrañables de bonsái. Las clases y talleres de la Sociedad
Venezolana de bonsái. Las demos en los distintos eventos en Venezuela. Las
recolectas de yamadoris con amigos, en fin, el mundo del bonsái en Venezuela.
Cuando llegué me di cuenta de que me
habían robado las herramientas que traía en la maleta, habían quitado las
herramientas del estuche, mi estuche estaba perfectamente enrollado, pero vacío.
Así que literalmente a comenzar de cero en este nuevo país.
Dios te pone ángeles en el camino, un
señor que se estaba mudando a otra ciudad tenía herramientas de bonsái, fui a
verlo para comprar sus herramientas usadas (muy usadas, demasiado usadas) y
sencillas, normales, nada de Masakuni o Ryuga. De las chinas, baraticas pues.
Lo conseguí por Facebook, se iba a retirar y solo quería tener sus bonsáis para
apreciarlos, no para trabajarlos.
Lo contacté y le expliqué mi historia y lo
que había hecho en Venezuela. Luego de que escuchó mi historia, me propuso un
trato, me las regalaría después de que le demostrara lo que sabía en un
junípero de su colección que nadie había querido trabajar.
Siempre me habían gustado los juníperos,
en Venezuela, quizás era uno de los pocos que los trabajaba, ya que a la gente
se le morían mucho. Yo los trabajaba con calma, creo que eso hacia que a mi no
se me murieran.
Cuando hice el curso
de la escuela europea de bonsái aproveche para trabajar muchísimos juníperos y
de allí me quedó el gustico.
Era un junípero con 6 ramas muy largas y
altas, con verde por todos lados, tome el cuaderno y trate de dibujarlo más o
menos (si, sé que tengo que mejorar mis dibujos, pero eso forma parte del viaje
también).
Primero, corte las ramas que para mi
diseño mental no iban, solo corte 2, las convertí en jin.
Luego limpie un poco el follaje (técnica
muy fastidiosa pero vital), ya que aclare mucho el verde, Quite los brotes a ras
de tronco y ramas que no estaban lignificados. Quité las primeras agujas de
todas, si, de todas las ramas secundarias y quité los brotes que crecían hacia
abajo.
Luego alambré todas las ramas
principales y las comencé a bajar una por una, como las tenia que bajar mucho,
Jaume tenía rafia, así que las enrafie primero y luego las alambre y las fui
llevando mucho hacia abajo.
Cuando todas las ramas principales estaban
alambradas, allí comenzó la magia. Se vio el esqueleto del diseño, mire de
reojo y a mi nuevo amigo Jaume se le iluminó la mirada. Buena señal, a seguir
que estaba en la mitad del trabajo.
Comencé el alambrado fino, las ramas
secundarias, alambrar y posicionar, un trabajo de chinos había como mil
millones de ramitas secundarias, pero todas las alambré más o menos rápido.
Siempre se me ha dado bien alambrar, me
gusta, me relaja.
Como tenía bastantes, pude hacer una silueta compacta
y definir bien los palcos (Niveles o pisos) de follaje del junípero.
Al terminar el trabajo Jaume me dijo
"De puta madre tío¡¡¡¡" "quedo cojonudo". Como entenderán,
no sabía si era un cumplido o un reclamo.
Luego comprendí que le había gustado y que
había quedado muy bien. Fue complicado, pero quedo muy bien.
Bajé todo y como había muchas ramas, pude
ponerlas todas en su sitio, resultado = 4 horas de trabajo, Jaume con una
sonrisa gigante y yo con mi nuevo estuche de herramientas, esta vez lleno de
herramientas.
Creo que allí comenzó este viaje por las
tierras de Gaudí, de cero, con nada, sin árboles, y con unas ganas inmensas por
hacer bonsái, pero en segundo lugar por ahora, porque había que trabajar de
cualquier cosa para pagar las cuentas.
Por
eso, si piensas ver obras maestras (Todavía no las veras, cuentan mucho dinero
y tiempo, por ahora no), este no es el blog para ti, si eres un maestro al
nivel de kimura y tus arboles son famosos en el mundo entero o eres uno de los
miles de maestros autonombrados, mejor entren en el blog de kimura y mándenle
sus criticas magistrales a él. Definitivamente este no es el blog para ti.
Este
blog es solo para aficionados que amen el bonsái y que tengan pasión por el
bonsái. Que les guste lo sencillo del bonsái, sin poses, sin focos ni
estrellas, sin egos ni nombres rimbombantes. Solo bonsái. Bonsái de cero,
bonsái sin recursos, pero con muchas ganas.
Claro
que en un futuro veras grandes árboles, pero ahora no, más adelante, una vez
que entienda esto de las estaciones de la recolección y de los hábitos de la
policía que vigila los parques (por que al igual que en Venezuela, hay que
tener cuidado con los Yamadoris).
Hago
bonsái porque me gusta y me relaja. Lo hago para mí. El que me quiera acompañar
en este viaje, bienvenido, solo una norma. Siempre buena vibra, buena actitud,
y a disfrutar, que el bonsái es lo suficientemente maravilloso como para
ensuciarlo.
También
estoy dándole forma a una plataforma de bonsái más amplia, una que tenga clases
online, videos y técnicas, se va a llamar Komorebi, como me lo sugirió mi amiga
Judith.
Komorebi
en japonés significa "La luz que pasa a través de las hojas". así de
simple quiero hacer bonsái, tan sencillo como un rayo de luz que pasa entre las
hojas y ramas de un árbol. Quiero hacerlo con mucho wabi-sabi y mucho muchigomi...
Quiero
hacer bonsái para disfrutar y para vivir. De hecho, así será.
“JuniorBonsái”,
Bonsái para disfrutar…. Bonsái para Vivir.
Así,
sencillo y sin muchas pretensiones.
BIENVENIDOS
Y GRACIAS¡¡¡¡¡
juniorbonsai.